En tierras de la Llorona Loca, los deseos se hicieron realidad para 45 familias víctimas del conflicto armado

Imagen
mujeres-campesinas-reunidas-en-corral

Tamalameque, Cesar. 8 de mayo de 2025. @AgenciaTierras.

Adentrándonos en la bella geografía del caribe colombiano, se encuentra un territorio conocido por mitos y leyendas con los que crecieron varias generaciones; una de estas narraciones orales, hecha canción por el maestro ribereño José Barros, es la Llorona Loca, que como dice la composición, sale por las calles de Tamalameque. Y es precisamente en estas tierras donde se encuentran las protagonistas de una historia, no de lamentos, sino de resistencia, dignidad y resiliencia para superar las adversidades y abrirse caminos, cumpliendo los deseos a los que se aferraron para transformar las vidas marcadas por la violencia.

Al llegar a Los Deseos, el nombre con el que las 45 familias que la habitan decidieron identificar el terreno que el Gobierno del Cambio les retribuyó, nos encontramos con la belleza exuberante de un terreno surcado por jagüeyes, estanques naturales y caños que alimentan las cerca de 600 hectáreas que componen la finca, en la que trabajan de sol a sol para extraer el sustento para sus hogares. 

 

 

En este fértil campo, donde hace 15 meses comenzaron a construir un futuro promisorio, tras una larga lucha en busca de oportunidades, se destacan 31 mujeres cabezas de hogar que integran la organización campesina Gestoras de Paz y la Fundación desarrollo para el futuro social de la región, quienes, en compañía de sus hijos e hijas, han emprendido un proyecto productivo que las coloca como referente de la reforma agraria en el caribe colombiano.

Los sueños, la alegría y hasta la esperanza, que pretendieron arrebatar los violentos, hoy están más vivos que nunca, y muestra de ello, es el tesón con el que cada día labran el suelo para producir yuca, plátano, patilla, melón; alimentan y cuidan las aves de corral, el ganado y el rebaño de cabras y ovejas que crecen en el predio.

Desde este terreno fecundo, convertido en el hogar de 45 familias, conformadas en su gran mayoría por madres, víctimas del conflicto armado, envían un mensaje fuerte y claro: la tierra recibida como parte de la reforma agraria es para ponerla a producir. Y de esto sí que tienen cómo demostrarlo las aguerridas mujeres, pues llegaron a heredar la tierra del Gobierno del Cambio, dotadas con un banco de maquinaria que les ha resultado de utilidad para realizar las labores agrícolas, e incluso para la venta de servicios. Aclaran que, la maquinaria (tractor con rastra de 24 disco, corta malezas, entre otros) fue producto de una convocatoria en la que participaron hace algunos años. 

Mencionar a una de ellas es dejar de lado el trabajo colectivo que realizan, y manifiestan que lo que han conquistado, solo se puede si se tiene amor por la tierra, el mismo que les inspira a trabajar enfocadas en lo que hoy tienen en sus manos: una agroempresa que está dando frutos.

Es tal el nivel de articulación y organización, que ya cuentan con la distribución de las áreas individuales de explotación agropecuaria, las comunales y el terreno para la construcción de las 45 viviendas. Desde ya gestionan con el Ministerio de Agricultura un programa de vivienda rural.

 

 

Carimañolas y merengadas a base de yuca con sello de Los Deseos

La proyección de estas madres, muchas de ellas convertidas en abuelas, no tiene igual, pues además de dedicarse a explotar la tierra, también procesan lo que cosechan y lo transforman para llevar al consumidor final productos como “carimañolas” (aunque el nombre de ese embutido muy característico de la costa atlántica difiere de la región donde se utilice) y merengadas, ambas, a base de yuca.

Para ese propósito,1 resaltan la importancia del programa Sembrando Vida, el cual cofinanciará la Agencia con un aporte de 700 millones de pesos a cada iniciativa productiva postuladas en el país, previo el cumplimiento de los requisitos. Por supuesto, las herederas de Los Deseos están a la espera de esos recursos para llevar sus productos a los mercados, no solo de Tamalameque y Pailitas, que son los municipios más cercanos, sino a mayor escala. 

Para fortalecer la naciente agroempresa han adelantado conversaciones con Agrosavia, puesto que pretenden convertirse en grandes productoras de yuca, para lo cual requieren de transferencia de tecnología; también, le apuestan a vender semillas certificadas. Para tales propósitos buscan el concurso del ICA, así como de la Agencia de Desarrollo Rural para otro tipo de proyectos.

 

 

Así como el maestro José Barros, oriundo de El Banco, Magdalena, ubicado a pocos kilómetros de Los Deseos, le imprimió alegría a una leyenda cargada de espanto, el Gobierno Petro, con la entrega de esta tierra, sigue cambiando las vidas de mujeres que han decidido pasar la página de dolor y violencia, para demostrar que en la labranza del campo se siembra y cosecha amor y prosperidad.

Seleccione esta opción como atajo para volver a la parte superior de esta página.